
La jornada de 40 horas semanales que ya se está implementando en Chile demuestra que una reducción en la jornada laboral es perfectamente viable. Hoy en día, en pleno siglo XXI, con un sistema laboral que tiene el mayor rendimiento productivo de la historia, la idea de apostar por las 30 horas semanales puede ser una realidad perfectamente aplicable, como lo ratifican diversos estudios económicos, y como ya es un hecho en países como Holanda (con una jornada de 32,5 horas semanales) y Suecia (con la jornada de 30 horas).
La reducción en la jornada laboral, sumada a la limitación efectiva de horas extras y la reducción de la edad de jubilación, permitiría la creación inmediata de cientos de miles de puestos de trabajo.
Por todo ello, contra la cesantía, la precarización y el descenso de la calidad de vida de las trabajadoras y trabajadores, desde el GEA nos organizamos y luchamos por nuestros derechos.